Eran monstruos lúbricos que
atacaban a las doncellas y princesas. De hecho, uno de los centauros más
famosos, Neso, perdió la vida a manos del famoso héroe Heracles por haber
intentado enamorar a su esposa Deyanira, mientras la conducía sobre su espalda
para atravesar un ancho río. Neso, antes de fallecer, se vengó del poderoso
Heracles al persuadir a Deyanira de que darle al héroe una poción mágica, con
sangre y otros líquidos orgánicos, para asegurar su fidelidad, lo cual le
provocó la muerte a Heracles.
Solo se tiene noticia de dos centauros
bondadosos y nobles: uno de ellos fue Folo y otro, más célebre, Quirón, maestro
en música, medicina y equitación. Este virtuoso centauro fue preceptor de
varios de los héroes más famosos de la antigüedad, como por ejemplo: Aquiles,
Jasón, Asclepio y Néstor.
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